Jesús Vázquez, el currante explotado

El otrora presentador de “La quinta marcha” y, según mis amigas, “uno de los mayores desperdicios masculinos que ha dado la naturaleza” (me da que se lo tirarían…) Jesús Vázquez se siente “triste y frustrado”.

La criatura está jartita de currelá y ahora le ponen, agárrense, ¡tres programas a la semana! Madre del amor hermoso, ¡Dios mío! [...]

Curso acelerado de antiperiodismo y basura televisiva: La cobertura del caso de Marta del Castillo

Cuenta la leyenda que hubo un día en el que decías "soy periodista" y la gente te miraba, al menos, con respeto

Cuenta la leyenda que hubo un día en el que decías "soy periodista" y la gente te miraba, al menos, con respeto

El caso del asesinato de Marta del Castillo ha dejado a las claras la mala situación en la que se encuentra el mundo del periodismo. Parece como si a los reporteros se les hubiera quedado el chip en la puerta de la casa de la Pantoja y fueran incapaces de preguntar algo que no fuera una gilipollez suprema. Esto sin contar con las concesiones absurdas al morbo y la intromisión sin escrúpulos en el duelo de una familia destrozada.

En estos días se han oído estupideces del tipo “hagamos un llamamiento para coordinar a los motoristas náuticos de Cádiz y Málaga para que peinen el Guadalquivir” (total, para qué le vamos a preguntar qué opinan los de la UME de la Guardia Civil, los buzos…) o hacer conjeturas a lo Mulder y Scully (no podríamos decir Grissom, porque esto está más cerca de lo paranormal que de lo policial) sobre lo que ocurrió la fatídica noche del 24 en casa de los presuntos asesinos. Si pasas por la calle Argantonio o León XIII y ves una alcachofa, aprovecha para decir lo que te parezca porque, encima, la reportera (o reportero) te dirá que “todo es fruto del dolor”. “Pues la verdad es que mi perro lleva diez minutos perdido…”, espetó. Y ella, Betacam en frente, respondió, “Sí, todos te comprendemos, su asesinato nos ha conmocionado”.

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