En la celda de Frank Morris

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El año pasado tuve la suerte de visitar el penal de Alcatraz en San Francisco. “La Roca”, como la llamaban sus presos, es un lugar frío, donde el ruido constante de las gaviotas que sobrevolaban el islote se vuelve insoportable a los pocos minutos. El agua que lo rodea todo llega a calar hasta los muros por lo que, a buen seguro, quien daba con sus huesos en Alcatraz experimentaba durante su estancia un existencia inolvidable.

La Roca es, con diferencia, el monumento más visitado de Estados Unidos. Y no me extraña. El cuidado que se ha hecho de las instalaciones es excepcional. No se ha restaurado ni se ha mejorado. Se practican los cuidados justos para que se mantenga exactamente igual que en 1963 cuando fue clausurada porque el gasto era inasumible para el Gobierno estadounidense. Sigue leyendo la canallada En la celda de Frank Morris