Estoy viendo el casting de Telecinco porque me he puesto la dosis doble de la vacuna contra la vergüenza ajena. De momento, lo soporto. Operación Triunfo 2009 promete revolvernos las tripas un poquito más que los anteriores. No voy a hablar ya del grandísimo ojo que tienen los que hacen la selección de ¿artistas? Tienen la habilidad de apoyar a los que no aportan nada y de echar a la calle a artistas con algo que decir como Nena Da Conte (Mai Meneses, de la que he puesto un vídeo curioso que no todo el mundo conoce, cantando “Idiota” ya en la academia. Se rumorea que la echaron porque, además, componía…y eso está prohibido porque da indicios de vida cerebral).
Encima no veo por ninguna parte a Risto, ese oasis en forma de guardián de la música que soltaba las tres verdades del barquero a los protoartistas. ¿Que era borde? Pues claro…Demasiado que no se levantaba todos los días a mitad de programa y se iba con el Bruce Lee de su campaña publicitaria a la República Independiente de su Puñetera Casa.
Se repite lo de todos los años: “Llevo viendo el programa desde pequeñito y entrar aquí es un sueño”. Cojones, si quieres entrar de verdad, canta bien o invéntate algo más original. ¿Original? Sí, esa palabra que ahí no saben como manejarla muy bien.
Destrozan canciones de otros artistas en una carrera sin fondo hacia un muro. Porque, ¿alguien se ha creído que OT es la puerta para algo que no sea el ostracismo y que te conozcan en alguna discoteca a la entrada? Aunque ya ni eso, porque los porteros de discoteca tampoco se pueden quedar con las caras de los más de 100 concursantes que han castigado a a la audiencia desde 2001.
Personalmente, soy masoquista. Seguiré el concurso y anuncio que haré semanalmente un repaso personal a la gala intentando ser lo más imparcial (un momento, que me ha distraído un mariconazo con todas las letras que en vez de manos tenía ventiladores e intentaba cantar… No soy homófobo, pero ciertas locas absolutamente desmadradas me ponen malo). Sigo. ¡AAaaaaahhh! No puedo seguir. Ha terminado la publicidad y una petarda destroza la letra de Flashdance. Grita algo así como “Guara Fiiiileeeen” (del inglés “What a feeling”, algo así como “¡Qué sensación!” o, que me ha puesto los vellos para colgar abrigos de pana empapados…). Sigo. Mientras tanto su madre, en otro alarde originalidad -ya sabemos de dónde viene la hija- define que OT es…redoble de tambores…”lo más”.
Con dos cojones y un micro. Espero que los cámaras y eso tengan un plus de peligrosidad porque después de ver el casting les auguro un futuro con visita al psiquiatra casi asegurada.
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