Rafa, Tere y el daño que hace Fama

Sí, soy yo…el de antes…sigo vivo.
Entre otras muchas cosas diré que no ha sido demasiado voluntario esto de no escribir en mi blog. Algún día os contaré…

Anoche estuve en una despedida de soltero conjunta. Mal vamos. O sea, es una forma elegante de decir: “Killo, no nos vamos a ver tetas porque mi novia no quiere, así que hagamos una gran barbacoa todos juntos” (que conste que en este caso desconozco si ella le dijo algo a él o él ella, ¿eh?). En cualquier caso, no mola nada.

El caso es que nos reunimos unos cuantos en Cantillana, y al son de DJ-Vete a Dormir (con todo mi cariño eh??? Pero vaya cambios de música y estilo y todavía me pitan los oídos del volumen…), celebramos la “despedida de soltero”. Mucho regalito, mucho ji ji, mucho jo jo…pero sin tetas ni paquetones…o sea, no es una despedida. Eso es un guateque-moderno, una fiesta de cumpleaños sin cumpleaños, o como se quiera llamar…Y todo aderezado con el baile de unos cuantos.

Al fenómeno de Johnnatan y el Chiki Chiki hay que unir el daño tan grande que ha hecho (y está haciendo) el reality Fama entre los mortales. ¡¿Cuánto joven que se cree bailarín?!

En la despedida ésta había unos cuantos descendientes directos de Leroy (el de la serie Fama antigua de principios de los 80′s que en paz descanse). En cuanto se hacía un corrillo, se les veía la cara de poseso a dos o tres diciendo mentalmente: “Allá voy a demostrar mis dotes”. Pero, ¿para qué tanto? Un par de amagos de molinillo americano, un poquito de baile del punta-tacon y todo eso.

Sólo faltaba Marcos, el freakidancer de Fama, para acabar con el cuadro…¿Que no le conocéis? Pues hago un kit kat para poneros algunos de sus mejores momentos youtubeanos:

El caso es que nos lo pasamos bien, muy muy bien, so pena de los momentillos de vergüenza ajena con el baile de algunos y algunas (incluido el mío, ¿eh? que se mete uno en la vorágine del ridículo y no hay nada demasiado freak…).

Mi consejo personal es que nunca hagáis despedidas de éstas. Da igual que os prohíban ir con los amigos. Es mejor no hacer despedida, en serio. Si vuestra novia se pone pesada y nos os deja ir a ver unas tetillas, lo que tenéis que hacer es pensar si realmente merece compartir su vida con la tuya… (Ídem para las novias con novios-plasta, ¿eh? Que el Conde no es sexista). Es más, lo mejor en ese momento es abandonarla y que se case con quien la aguante.

Por supuesto, siempre hay que tener una frase preparada cuando te diga:

-“Es que tu amigo X es bastante peligroso/golfo/bebedor…”
- RESPUESTA: Claro, cari/amor/gordi, pero yo siempre te llevo presente y nunca haría nada incorrecto. (Además, nunca mientes, porque “incorrecto” no tiene por qué ser ver/semipalpar un cuerpo de go-go)

- “¿Te acuerdas de la despedida de no sé quién? Al final todo se supo…”
-RESPUESTA: Claro, cari/amor/gordi, pero en la mía no hay secretos desde el principio. (De hecho, todos tus amigos ya saben que irá una mulata de medidas 115-60-100 o un chavalito tableta de chocolate).

Y así muchas más…

En fin, os dejo. Ya os contaré cómo va su boda más adelante.

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